La depresión es un trastorno desconocido e incomprendido. Muchos muestran desconfianza o una actitud de recelo hacia quien la padece. Pero, para quienes la sufren,una parte importante de la población, es un problema grave.
Se calcula que solo la mitad de las personas depresivas son reconocidas como tales y reciben un tratamiento adecuado. Sin olvidar que en un caso grave hay que consultar con psiquiatras y especialistas, os dejo aquí algunos remedios que, sin duda, aliviarán los síntomas de las personas proclives a esta dolencia.
Cara larga, mirada ausente, gesto taciturno, hombros caídos y un ánimo por el suelo suelen ser las señas de identidad de la persona deprimida, melancólica, triste. Para combatir esta dolencia se utilizan numerosos medicamentos y preparados farmacéuticos, algunos de los cuales tienen otros efectos añadidos.
🎈RECETA 1: MACERADO DE AJOS
La siguiente receta, experimentada a lo largo de generaciones, puede resultar de gran ayuda.
🎈FORMA DE TOMARLO: Tomar una cucharada sopera media hora antes de las tres comidas. Si la depresión es muy fuerte, se puede doblar la dosis.
🎈CONSEJO: La ingestión de medio plátano diario ayuda en el tratamiento de la depresión, ya que esta fruta contiene triptófano, un aminoácido muy importante para el sistema nervioso central, que nos mantiene alegres y vitales.
🎈LA LEVADURA DE CERVEZA: La ingestión de vitamina B1, la llamada "vitamina del buen humor " es recomendable en los casos de melancolía y tristeza. Tres cucharadas al día de levadura de cerveza, que contiene esta vitamina, resulta una proporción suficiente para suplir posibles carencias.
🎈PLANTA MEDICINAL, EL ESPINO BLANCO, El espino blanco es un bonito arbusto espinoso, que suele crecer entre los matorrales de las regiones de climas templados.
La expansión de los pulmones por efecto del estornudo y el desbloqueo de la presión torácica ejercen una acción liberadora de la tristeza o depresión repentina. El lagrimeo supone una descarga emocional que calma la angustia.
Actualmente algunos terapeutas utilizan utensilios específicos para provocar el estornudo, tales como sondas o varillas flexibles, que se introducen en los orificios nasales.
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