El mal de ojo

 

⭐El mal de ojo y las maldiciones suceden y funcionan como una práctica habitual de la brujería. Aunque no es necesario que alguien sea brujo o bruja para maldecir a otra persona.

⭐El mal humor, la rabia o la impotencia son más que suficientes para formular la maldición. La envidia, el odio y el egoísmo son suficientes para dar lugar a un mal de ojo. Hasta un simple deseo o un antojo no cumplido puede llevarnos a realizar un mal de ojos obre el objeto deseado.

⭐Pero, ¿cómo funcionan las maldiciones y el mal de ojo? Pues con la simple intención de la persona que las realiza. Basta con desear el mal a alguien para que el mal empiece a funcionar.

⭐Sí, basta con desearlo, pero NO es suficiente.

⭐Una maldición, o un mal de ojo, necesita, además del esfuerzo de mala voluntad del emisor, DEL MIEDO DEL RECEPTOR.

El miedo es el único alimento del mal.

Si una persona se impresiona o asusta al oír una maldición o al sentir una mirada de odio o envidia, la maldición o mal de ojo causarán un efecto más patente. Y, de la misma manera, si la persona no se impresiona ni asusta con las maldiciones o miradas de odio, estás no tendrán el menor efecto patente.

⭐No importa lo elaborada que sea la maldición ni lo profunda que sea la mirada, si la persona no se espanta con ellas su efecto apenas si será perceptible.

⭐Pero si la persona se asusta, hasta la maldición más infantil  o la más simple mirada de envidia, tendrán un fuerte efecto.