Los primeros abrazadores de árboles fueron 294 hombres y 69 mujeres pertenecientes a la rama de Bishnois del hinduismo, quienes, en 1730, murieron mientras trataban de proteger los árboles de su pueblo de ser convertidos en materia prima para la construcción de un palacio.
Literalmente se aferraron a los árboles, mientras eran sacrificados por los forestales. Pero su acción llevó a un decreto real que prohíbe cortar árboles en cualquier pueblo de Bishnoi. Y ahora esos pueblos son oasis boscosos virtuales en medio de un paisaje desierto.
No sólo eso, los Bishnois inspiraron el movimiento Chipko (chipko significa "aferrarse" en hindi) que comenzó en la década de 1970, cuando un grupo de mujeres campesinas en las colinas del Himalaya en el norte de la India arrojaron sus brazos alrededor de los árboles designados para ser talados.
En pocos años, esta táctica, también conocida como árbol satyagraha, se había extendido por toda la India, obligando finalmente a reformas en la silvicultura y una moratoria de la tala de árboles en las regiones del Himalaya.
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