Ritual para liberarse del sentimiento de culpa

 

Este es un ritual de fuego en el que se quema aquello que se está tratando de extirpar o liberar. Este tipo de práctica puede resultar muy terapéutica para procesar recuerdos dolorosos o trabajar con emociones profundas. Quizás debas realizarla con cierta regularidad si tiendes a sentirte culpable por muchas cosas, o si tu sentimiento de culpabilidad por algo específico aparece una y otra vez. Repitela tan a menudo como te sea necesario. Este ritual requiere enraizarse, centrarse y, opcionalmente, formar un círculo.

Necesitas:

💛 Un trébedes o salvamanteles 

💛 Un recipiente ignífugo o refractario 

💛 Incienso y un incensario 

💛 Una vela blanca y un portavelas 

💛 Cerillas o encendedor 

💛 Hoja de papel 

💛 Un bolígrafo o lápiz 

Instrucciones:

1. Céntrate y enraizate. Forma un círculo si te parece necesario. 

2. Coloca las trébedes o salvamanteles, con el recipiente refractario encima, junto al incienso y la vela. 

3. Enciende el incienso. Prende la vela. 

4. Siéntate con los ojos cerrados y piensa en tu sentimiento de culpabilidad. ¿Con qué está relacionado? ¿Qué lo desencadena? ¿Puedes identificar la razón por la que te sientes culpable? Tal vez existan sentimientos vinculados a ella, tales como el resentimiento, la tristeza, la vergüenza o la ira. 

5. Cuando hayas reflexionado sobre esas preguntas, anota tus impresiones en el papel. 

6. Dobla la hoja por la mitad o en cuartos, para que quepa en el recipiente refractario. A continuación,  sujétala con la mano y di:

" Me libero de esta sensación de culpa y la envío al universo. Invito a la paz y serenidad a ocupar su lugar. Abre mi corazón a la energía positiva de esta lección y ayúdame a aprender a cuidarme libremente. Gracias por tus numerosas bendiciones"

7. Acerca una esquina de papel a la llama de la vela. Cuando prenda, colócalo en el recipiente refractario y deja que se queme hasta convertirse en cenizas. Espera a que el incienso y la vela se consuman. 

8. Más tarde, recoge las cenizas del papel y deshazte de ellas, bien echándolas en algún río o arroyo o bien dejando que el viento se las lleve.